Consagraciones:

 

Se dice que toda herramienta mágica o incienso a quemarse en un ritual debe haber sido consagrado, pero poco se habla de que es la consagración y que otorga.

 

Consagrar es entregar algo a la divinidad, así entonces, recibe las influencias de la divinidad y su acción es mediante el consentimiento de esta. Así, cuando consagramos una herramienta se la damos a la divinidad de modo de que sea capaz de canalizar su energía, así entonces, cuando decimos que el athame o la vara están consagradas, quiere decir que fueron entregadas a la divinidad y por ello son capaces de canalizar su poder por acción de a voluntad del mago, a la vez, también se establece la condición que lo que se haga usando estas herramientas no puede ir en contra de la voluntad divina, de ahí que se deb seguir un código ético.

 

Cuando consagramos un incienso lo que hacemos es entregarlo a la divinidad de modo que su aroma sea una ofrenda a esta, una forma de agradecimiento por las bendiciones recibidas de su parte. Incluso es posible consagrarse a si mismo a la divinidad, esto implica, entregarse a las manos de la divinidad de modo de ser canales de su voluntad y actuar ya no guiado por el propio deseo sino por los ideales superiores encarnados por la divinidad. Esto último debe tomado con mucha delicadeza pues implica un compromiso que de no ser cumplido sera cobrado, debemos tener mucho cuidado con cuanto digamos, pues tarde o temprano alguien nos cobrará la palabra.